Un changuito muy canchero lleno de flores, y otro balde igual de tupido y colorido subieron las escaleras de Boulevard y descansaron en el medio de la sala. La mesa del fondo se vació de libros y adornos para ser cubierta por un gran mantel de papel madera, que Anika avivó sectorizando los espacios de trabajo con tizas de colores…
Floreros, regaderas de zinc portadoras de tijeras jardineras, dos frascos llenos de cintitas de colores y los floridos delantales prolijamente doblados sobre cada estación de trabajo. Algo huele bien en Boulevard.
Este encuentro se llevó a cabo el pasado sábado 10, donde seis mujeres se acercaron a descubrir los secretos para comprar flores, prepararlas, situarlas en floreros que podemos tener en casa y prolongar su ciclo de vida, de la mano de Anika Cundo de Anika Flor, especialista, emprendedora y amante de la naturaleza.
Algunos tips que se compartieron fue el de observar las hojas de la flor para saber si están buenas, cambiar el agua y cortar los tallos rigurosamente todos los días, no dejar que el agua se vea desprolija con hojas o tallos flotando (porque eso además de que quede feo, hace que el agua se pudra más rápido), y las yerberas tienen que estar sumergidas en muy poco agua porque su tallo se pudre rápido. Esos y muchos más consejos compartió Anika con su buena onda y gran didáctica.
Cuando la parte teórica concluyó, las asistentes comenzaron a crear. Cada una debía elegir un florero y las flores que quisiera para armar su arreglo. Anika pasó estación por estación para ayudarlas, disipar dudas y potenciar la belleza de sus flores.
Cada una llegó a hacer dos arreglos, que se posaron coquetos para las fotos.
Al finalizar la clase, Anika envolvió en papel de seda cada ramo para que sus creadoras pudieran llevárselos a casa. Todavía no sabemos qué brillaba más, las flores o las sonrisas de todas al pasar un día creativo en contacto con la naturaleza…
¡Muchas gracias a todas por venir y muchas gracias Anika por llevarnos al mundo de las flores!