El sábado pasado la Usina del Bien Estar nos prestó el espacio para
recibir a Anika Cundo y sus radiantes flores, que llegaron tan coloridas y
frescas como si estuviéramos en primavera.
Las amigas de Boulevard fueron recibidas con delantales que más adelante
usarían para trabajar. La primera parte del encuentro fue protagonizada por todos
aquellos tips que Anika compartió para saber qué tipo de flor comprar de
acuerdo a la estación, cómo elegirlas, cómo limpiarlas al llegar a casa y como
cuidarlas todos los días para que su ciclo de vida se extienda el mayor tiempo
posible.
Cada flor que la especialista eligió para el encuentro tuvo sus cinco
minutos de fama. Las asistentes pudieron ver la diferencia en los tallos, los
pétalos y en su follaje, que es lo primero que tenemos que ver antes de elegir
un ramo. Las hojas tienen que estar lo más verde y puras posible…
Cuando todas las dudas encontraron sus respuestas, fue hora de ponerse
el delantal y poner manos a la obra. Las flores se repartieron sobre las mesas
de madera y los floreros obtuvieron dueña nueva, al menos por la hora que se
prolongó el momento de la creación.
Motivadas por el tamaño del florero, su forma y la belleza de cada flor,
las nueva floristas se tomaron su tiempo para limpiar y acomodar su obra de
arte. Nuevas dudas surgieron y la búsqueda de equilibrio y la belleza generó un
clima de entusiasmo e ideas compartidas.
Al final del encuentro, cada una se llevó su ramo feliz y la sensación
de haber encontrado una nueva relación con la naturaleza y las flores. Algo tan
simple puede ser tan feliz…
¡Muchas gracias Anika por volver a dar el workshop en el Boulevard y
muchas gracias chicas por haberse acercado un sábado a pasar tan lindo momento!