Les anticipamos que el arte se apoderará de Boulevard (¡y cómo nos gusta!). Hoy viernes 24 a partir del mediodía pinta mesas Felipe Giménez, que luego quedarán a la venta en Boulevard. No hay mejor plan que pasar el primer viernes de invierno ver a un maestro regalándonos sus colores en vivo…
Pero el arte se trae algo más en las manos. Ya se está preparando para la nueva presentación de la Galería del Boulevard, que el próximo viernes 1 de julio tendrá el gusto de lucir “Caminante, no hay camino…”, exhibición de Gerardo Feldstein.
El hombre y sus circunstancias
Cuando Gerardo Feldstein era chico pintaba. Papel, pinturas y su padre cerca, ayudando cuando era necesario. Luego de ese primer contacto con el arte, no hubo rastros de pinceles ni colores hasta entrada su adultez, luego de haber estudiado algunos años de ingeniería y de haber dejado la carrera, así como colgó mandatos preestablecidos que no respondían a su verdadera esencia.
Fueron años de introspección, de cursos y de búsquedas. De mirarse a sí mismo, de intentar encontrarse. Diez años, para ser exactos, hasta que se dio el mágico encuentro con un centro cultural barrial. Una escuela que abrió un espacio consagrado a la expresión, y Gerardo necesitaba expresarse. Volvió a tomar los pinceles y a pintar.
Realizó varios talleres, buscando reencontrarse con aquello que le resultaba tan felizmente natural cuando era chico.
El que más marcó su obra y la forma de encarar su trabajo fue su maestro Eduardo Médici (http://www.artebus.com.ar/eduardomedici/). Vivió dos años de taller a los que recuerda intensos y positivos con el gran artista, del que aprendió mucho más por sus silencios que por sus palabras. “Hablaba muy poco, pero cuando decía una palabra, era la justa”, comparte Gerardo.
A la par se encontró con el budismo zen y su filosofía le cambió mucho el ser. Parece casualidad que se encontrara a gusto con una forma de vivir que plantea el silencio y la meditación como una manera de conectarse con lo más puro de cada uno y que se sintiera en armonía con la metodología de Médici. Quizás sea por eso que sus obras tiendan a exacerbar todas las partes del cuerpo menos la cabeza. Manos y pies realistas, cuerpos en movimiento y muy pocas cabezas, chiquitas y silenciosas…
Gerardo también estudió teatro con quien fuera su otro gran maestro, Carlos Gandolfo, y ser formó como instructor de un sistema de gimnasia piscofísica, conocido con el nombre de su creadora: Susana Milderman. Propone el desarrollo del hemisferio cerebral derecho a través de la libre expresión de cuerpo y la liberación de la voz. Este detalle que lo liga a la expresión corporal habla mucho de sus obras y cómo utiliza el cuerpo humano en ellas. Es a través suyo que comunican y expresan una idea, con más fuerza y presencia que cualquier palabra. El énfasis está en la actitud corporal.
¿Y qué lo inspira? Todo. Nada. Puede tener épocas oscuras donde no flota ni una idea hasta que algo pasa, un hecho fortuito o no, que lo lleva a internarse horas en su luminoso taller. A veces hasta se olvida de comer, y es ahí cuando se da cuenta que está realmente involucrado con su obra. “La pulsión de crear es más fuerte que todo”, aclara riendo. Lo importante es tener los ojos y la mente bien abierta, así llegan las ideas.
Cuenta como anécdota que debe el nacimiento de sus escaleras, mesas y ramas con extremidades humanas a un “accidente”. Un día apoyo una de sus manos realistas en el piso junto a una escalera y, cuando la fue a buscar, la sintió como prolongación de la escalera, como algo natural. Un buen accidente, si vemos la obra terminada.
En la Galería del Boulevard presentará “Caminante, no hay camino…”, conformada por un poco de todo su material en todos sus formatos: esculturas, relieves, figuras hechas con alambre. El todo cobrará forma cuando se arme la muestra, como una gran instalación que en su totalidad cuenta un cuento. Claro, sin palabras.
Los esperamos hoy con Felipe y los invitamos a que se reserven el viernes que viene para disfrutar la inauguración de la muestra de Gerardo y la de María Laura Pini en la Trastienda (pronto sabremos más de ella). ¡Muy buen fin de semana!